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La textura crujiente por fuera y suave por dentro te conquistará.
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NUESTRA HISTORIA

Un clásico reinventado

 

Los principios de Kukuchurro se remontan al pueblo de Estepa del S.XIX donde nuestro bisabuelo, D. Rafael Jiménez Pérez, fundó la fábrica de chocolate que llevaría su nombre.
Circa 1915 introdujo maquinaria eléctrica, convirtiendo su producto más competitivo en precio y menos abierto a plagio, por eso imprimía su retrato en cada onza de chocolate.

Esta “revolución industrial”, hizo de sus chocolates uno de los más consumidos en Sevilla.